Su familia creó en 1967 una tradición gastronómica que ha conquistado a generaciones en Querétaro.
La gastronomía queretana está de luto tras el fallecimiento de Juan León Rico, hijo del fundador de los emblemáticos hotdogs de La Congregación, un negocio que desde 1967 ha marcado la historia culinaria de la ciudad.
La Congregación nació gracias a Florencio León Chávez y sus hijos, quienes, con un modesto carrito de madera y llantas de triciclo, iniciaron un negocio que enfrentó múltiples retos, pero que con perseverancia logró consolidarse en las calles del Centro Histórico. Su éxito radica en su receta simple y en su inconfundible pan artesanal, que ha cautivado a generaciones sin necesidad de aderezos extravagantes.
Juan León Rico, junto con su padre y su hermano Francisco, fue pieza clave en la evolución del negocio, que con el tiempo creció con nuevas sucursales y la atención a eventos, sin perder la esencia de su producto. En 2010, Hotdogs La Congregación se convirtió en marca registrada, asegurando su lugar en la historia gastronómica de Querétaro.
Hoy, su legado sigue vivo en cada hotdog servido, recordando a quienes hicieron de este carrito una institución en la ciudad.